Nuestras formaciones persiguen objetivos concretos y están basadas en técnicas contrastadas.
Para nosotros, lo más importante eres tú y tus compañeros, por eso las hemos diseñado poniéndonos en el lugar de cada profesional y equipo participante. Para lograr que sean experiencias útiles, entretenidas y enriquecedoras.
En estas experiencias entrenamos la mente para mejorar la concentración y conseguir nuestros objetivos reduciendo la fuga de tiempo en distracciones.
Además, nos ayuda a reducir el estrés y fluir en situaciones de alta demanda, sin perder el bienestar.
Es nuestra formación clásica, la que más recomendamos, complementaria y compatible con el resto de nuestras formaciones o con cualquier otro programa o estilo de trabajo.
Está científicamente constatado que cualquier decisión que tomamos, por racional que parezca, siempre está también influida por alguna emoción. Dichas emociones pueden bloquearnos o, por el contrario, generar proactividad y beneficiarnos a nosotros y a quienes nos rodean.
En esta formación aprendemos a transformar nuestras emociones en información útil para adaptarnos y lograr superar nuestros retos.
La ausencia de estrés lleva a la inactividad.
Pero cuando el estrés es excesivo y se convierte en crónico, las personas y los equipos se bloquean y se vuelven ineficaces. Por eso enseñamos mediante la práctica, técnicas que permiten manejarlo, para afrontarlo de manera positiva y aprovecharnos de él.
En esta formación desmontamos la extendida idea de que todo estrés es malo. En realidad, en su justa medida, el estrés es un factor de proactividad y motivación.